El silencio de los cobardes...

... hace mucho ruido, ¿verdad? Durante todo este tiempo calladito ingenuamente había pensado que quizá algún pagadillo del Ajuntament, algún pigi guay regidor, o el capo de todos ellos movieran algo. Una llamada, un contacto... no sé. Qué tonto soy. Los cobardes siempre callan. Y cobran. Y van a lo suyo. La cobardía es mirar para otro lado, esconderse, no dar la cara. Y seguir cobrando. La cobardía es escribirme un 30 de agosto un mensaje por twitter, de forma no oficial, soltando una colección de mentiras. Como ya he dicho, el caramelo para el tontito, para que se calle. Pero no defrauda, no. Como buen político malo. De los que están en política para figurar, para posturear, para creerse que son alguien en una pequeña comunidad. Tener poder, ay el poder... Y en plural. No son políticos. Son caraduras.